En LQA Thinking Organic tenemos una responsabilidad de cultivar la tierra desde hace ya 4 generaciones; una Familia del poniente de Almería dedicada a cultivar alimentos de calidad y respetuosos con el Medio Ambiente. Este compromiso heredado de nuestros antepasados, es nuestra responsabilidad personal.
¡Porque la Tierra no nos pertenece!
Somos nosotros quienes pertenecemos a ella, nuestra responsabilidad es cuidarla, para que las generaciones venideras continúen cultivando alimentos de calidad, saludables, sostenibles y con sabor.
Un compromiso de 4 generaciones
Nuestros calabacines ecológicos son únicos y se cultivan bajos elevados estándares de calidad y seguridad alimentaria.
Somos unos de los mayores sumideros de CO2 del planeta, nuestro sistema de riego localizado y recogida de agua de lluvia optimiza nuestra “Huella Hídrica”, 20 veces más que cultivos en campo abierto.
Según datos de la NASA, gracias al efecto albedo debido al blanqueo de los invernaderos la temperatura de la zona ha bajado desde 1.989.
Desarrollamos una agricultura ecosostenible para favorecer la “Resiliencia ecológica”.
Optimizamos nuestra “Huella Ecológica” y nuestra “Huella Ambiental” para ofrecer los mejores calabacines y pepinos ecológicos del mercado, a través de nuestro modelo productivo de Economía Circular.
Nuestras fincas son diferentes a todas las demás
Realizamos siembras de biodiversidad vegetal en los exteriores y en los interiores de los invernaderos, de este modo realizamos un control biológico por conservación que consiste en la plantación de especies vegetales de nuestro entorno (tomillo, romero, ruda, salvia, lobularia…), creando reservorios, jardineras, isletas de vegetación para que de este modo la fauna auxiliar silvestre vengan y se implante de forma natural en nuestras fincas.
Hemos creado una “Agricultura de Precisión” que es la combinación de previsiones meteorológicas, datos sensoriales (pH, C.E., caudalímetros, sondas de riego..) analítica de suelos, sueltas de insectos para realizar una correcta gestión de los cultivos, observando, evaluando y actuando frente a la variabilidad y los imponderables de los infinitos factores que afectan a un cultivo.
La agricultura de precisión la dividimos en 4 etapas:
1- Adquisición de datos: los más usuales en nuestro caso son los tensiómetros, analítica de suelos y del agua de riego.
2- Análisis de datos: Una vez recopilado y tabulados se deben de interpretar y tratar.
3- Toma de decisiones, Preventivas y de Gestión: suma de datos + Formación + conocimiento agronómico y experiencia, la unión de estos factores crean las condiciones para la toma de decisiones:
- Preventivas: adelantarse a una incidencia de plagas o enfermedades fúngicas p.e.
- De Gestión: saber cuando y cuanto hay que regar con el consiguiente ahorro o decidir como y cuando actuar ante una plaga.
4- Monitorización del Rendimiento: Finalizar la campaña y evaluar la producción, calidad, kilos, calibres, porcentaje de rechazos y motivos, medir la satisfacción del cliente (nuestra razón de ser) con el objeto de aprender de los errores, conocer nuestras debilidades, aciertos, elementos a mejorar, elección de variedades,… en definitiva crear sistemas de mejora continua. Se puede afirmar que la agricultura de precisión es el pilar de la agricultura sostenible ya que hace la gestión y el manejo del cultivo más eficiente y sostenible.
Además, adoptando el modelo de economía circular, nos centramos en no solo conservar, sino en aprovechar los recursos, es decir, aplicando el “upcycling” o supraciclado, que es la reutilización creativa de subproductos.
En nuestro caso con los restos de calabacín no comercializable lo introducimos en una compostera y fabricamos nuestro propio compost de lombriz, este compost lo introducimos en unas bolsas de yute y luego lo dejamos durante 3 días en cubas de agua. Al cabo de 3 días (al igual que una bolsa de té) el contenido se diluye en el agua, creando un líquido oscuro que es el compost en forma líquida, una vez llegado a este proceso se usa en la fertirrigación, de este modo se hacen enmienda húmicas en forma líquida obtenida de los residuos vegetales que genera la actividad agrícola.
La revolución sostenible salvará el futuro
Está claro que la próxima revolución después de la digital, será la revolución de la sostenibilidad, las limitaciones ambientales y sociales, junto a las nuevas tecnologías, nos abocaran (queramos o no) a unas necesidades de transformación, no solo de la producción, sino de toda la cadena de suministro.
Tenemos que tener en cuenta que el consumo global aumenta, pero los recursos globales son limitados. Está demostrado que las marcas y las empresas de productos vinculados a la sostenibilidad crecen seis veces más rápido que otras marcas o empresas y el 73 % de los consumidores a nivel global dicen que cambiarían sus hábitos de consumo para reducir el impacto en el Medio Ambiente.
Se estima que el 20 % de la población que vive en las grandes urbes más ricas del Planeta, consumen más del 60 % del PIB mundial. Por otro lado el 1 % de la población mundial posee el 50 % de la riqueza del Planeta. ¿Es esto sostenible?
Desde LQA Thinking Organic consideramos que con técnicas y prácticas eco inteligentes podemos mejorar la salud de nuestro Planeta, está claro que toda actividad humana tiene un impacto ambiental pero también existe el “consumo racional” y la agricultura respetuosa con el entorno.