Soy consciente de que hablar de los efectos de la luna en la naturaleza y los animales (incluidos los humanos) en la época de la Inteligencia Artificial, los algoritmos y la comunicación cuántica esta desfasado, pero que quieren que les diga, “es que uno es de pueblo” y como decía aquel, yo creo por si acaso, porque “haberlas a irlas”.
Recuerdo a mi abuelo materno, se llamaba Baldomero, toda su vida y praxis están dispuestas y organizadas alrededor de la luna, una pena que no escribiera toda su sapiencia campesina cuando nos hablaba a los nietos.
Que la luna tiene influencia en las mareas y lo que conlleva es obvio, pero los científicos indica que no influye en temas como el crecimiento del pelo o el sexo de los bebes. Ya en la antigua Grecia se hablaba de la “Leyenda de Licaón” , la cual era una leyenda de origen rural, en la que Zeus castigaba al Rey de Arcadia por su crueldad, luego el Imperio Romano heredero de la cultura helena continuo con este mito y en estas llego el cristianismo que pensó que ya que la leyenda tenia credibilidad entre la prevé, se la adueño y la vinculo con el Diablo y el maligno, así como con enfermedades como la rabia, algunos siglos mas tarde con la aparición del cine, la industria cinematográfica de Hollywood (el cristianismo moderno) adapto la leyenda desde sus orígenes hasta nuestro días, con innumerables películas y las que vendrán.
Aun en las zonas rurales de nuestra piel de toro, las personas mayores adecuan su higiene personal a las fases de La Luna.
Pelo y Uñas
- Luna Creciente: Ideal para cortar uñas y cabello si se desea que crezcan fuertes y rápidamente.
- Luna Llena: Perfecta para fortalecer uñas y cabello, especialmente si se busca más volumen y resistencia.
- Luna Menguante: Si el crecimiento es demasiado rápido, esta es la fase para cortarlos, ya que el crecimiento será más lento.
- Luna Nueva: No se recomienda cortar en esta fase, pero es ideal para tratamientos hidratantes.
Actividades Agrícolas
- Luna Nueva: Perfecta fase lunar para mimar y realizar actividades orientadas a cuidar y preparar la tierra, actividades de labranza para mejorar la estructura, capilaridad, limpiar de malar hierbas o eliminar cultivos viejos o enfermos. No es aconsejable realizar siembras en esta fase.
- Luna Creciente: Perfecta fase lunar para plantar semillas; siembra directa o echar las semillas en el semillero. También para podar y abonar (abonado de fondo, por ejemplo). Ideal para trasplantar familias que se desarrollan por encima de la tierra (cuando se planta no la semilla sino una plántula del semillero, por ejemplo). En esta fase lunar la planta adsorbe mejor los nutrientes por lo que también es recomendable abonar en esta fase. Siembras de especie como las cucurbitáceas en esta fase lunar son ideales, hablamos de pepinos, calabacín… el maíz también va muy bien si lo plantamos en esta fase lunar.
- Luna Llena: En esta fase si el cultivo está sano, es la época de más vigor vegetal, magnifico momento para recolectar verduras y frutas con mas sabor, textura y vida útil, en especial en las cucurbitáceas que tienen altos requerimientos en luz en esta fase lunar se puede incrementar la cosecha hasta un 12 % más. Aconsejable también para trasplantes ya que las raíces se desarrollan más fuertes y rápidamente en esta fase lunar, también para realizar tratamientos nutritivos vía foliar.
- Luna Menguante: En esta fase las raíces crecen hacia abajo mas de lo normal, por lo que se favorece el crecimiento subterráneo, ideal para aplicar productos (los llamados enraizantes) que ayudan y mejoran el desarrollo de las raíces, plantar plantas de raíz (tubérculos) patatas, zanahorias, remolacha, boniato… Realizar podas o eliminación de tallos o mamones ya que las heridas cicatrizan más rápido y mejor. Buen momento para realizar tratamientos o practicas al objeto de combatir las plagas de nuestros cultivos, así como las malas hierbas.
Todas estas praxis no tienen ninguna fase científica, pero sirva esta publicación como recordatorio, respeto y afecto a todos nuestros abuelos y es que “los abuelos crean recuerdos que el corazón guarda para siempre”.
Conclusión
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las ciencias modernas buscan respuestas en lo más profundo del cosmos, es reconfortante recordar y honrar las tradiciones que han guiado a generaciones a lo largo del tiempo. La relación entre la luna y las actividades humanas, aunque no siempre respaldada por la ciencia, sigue siendo un testimonio de la sabiduría popular que nuestros abuelos, como Baldomero, atesoraron y transmitieron.
Estas prácticas ancestrales, aunque sin base científica, nos conectan con nuestras raíces y nos recuerdan la importancia de escuchar y respetar los ciclos naturales. Porque, al final, los abuelos no solo nos legaron conocimientos, sino recuerdos que llevamos en el corazón, y que continúan influyendo en nuestra manera de ver el mundo.
Así que, en honor a ellos, sigamos prestando atención a la luna, no solo como un astro en el cielo, sino como una parte viva de nuestra herencia rural y ancestral.
