By Jose Manuel Escobar Gerente LQA Thinking Organic.
La sociedad depende de ecosistemas saludables para su supervivencia, debemos de «reconectar» con la naturaleza, de este modo frenaremos la pérdida de fauna y de flora.
La diversidad de especies dificulta la propagación de patógenos (dicho comentario es ya un hecho contrastado científicamente). España es el país con la mayor biodiversidad de Europa pero el 14 % de las 85.000 especies de flora y fauna están en serio peligro de extinción.
Tenemos las herramientas para crear un «modelo productivo y de desarrollo agronómico» que nos convierta en el referente de sostenibilidad del sector agro en la Unión Europea.
Más allá de la agenda 2030, el estado y las diferentes administraciones (locales, regionales, nacionales….) deben crear de forma colegiada un Plan con Objetivos (SMART) de Desarrollo Sostenible y estos deben pasar por el entorno medio ambiental y la particularidad de cada subsector, no es lo mismo el campo almeriense que el manchego por ejemplo.
Se debe realizar un diagnóstico de biodiversidad de cada zona productiva en función de sus características particulares socio económicas y medio ambientales, este debe de recoger un programa de gestión integral de especies autóctonas e invasoras (si existieran) y protocolizar como integrar y gestionar esta biodiversidad en las fincas productivas.
Al igual que la «revolución digital» que hemos vivido sobre todo los de mi generación (casetes, videos beta y posterior VHF…..etc.) en los próximos años se impondrá la «revolución de la sostenibilidad» y créanme que lo va a cambiar todo; en esta revolución de la sostenibilidad existirán (lo estamos sufriendo ya) escasez de materias primas, no solo por las economías emergentes sino por las limitaciones medioambientales y sociales. Dicha situación va a propiciar una enorme presión en diferente frentes que van a crear necesidades de transformación que afectaran el día a día de nuestros quehaceres. Del mismo modo que sucedió con la transformación digital (https://es.wikipedia.org/wiki/Transformacion_digital) la velocidad de penetración y la disrupción serán diferentes en función de la particularidad de cada sector, País….etc., pero se puede afirmar con rotundidad que el proceso es irreversible y es cuestión de tiempo que llegue a su punto de inflexión.
No olvidemos que el consumo global va en aumento mientras que los recursos globales son limitados y en algunos sectores escasos, no hay más que ver las inversiones de la Rep. Popular de China en tierras de cultivo en concreto en el continente Africanos e Iberoamérica. Van a surgir grandes desafíos sociales, económicos y políticos; impactos en la salud de los seres vivos (Covid 19), desarrollo de la industria medica, los derechos de género y de seguridad alimentaria. (https://www.ecointeligencia.com/2020/05/sostenibilidad-revolucion-2/)
¿Alguien pronosticó hace solo 8 años atrás que los vehículos eléctricos amenazarían el gran lobby automovilístico, que las energías renovables afectarían a los costes de producción de las grandes eléctricas o que las hamburguesas más fashion fueran de origen vegetal?
Hace poco los 180 Directores ejecutivos de las principales empresas a nivel global firmaron una declaración de «Business Roundtable» (htpps://www.businessroundtable.org) en la que afirmaban que en un fututo inmediato las empresas deben garantizar su compromiso con todas las partes del proceso; empleados, clientes y las comunidades donde desarrollan sus procesos de producción.
En resumen; las empresas productoras deberán abordar el cambio climático, proteger el medioambiente y preservar la biodiversidad.
La agricultura española y la almeriense en particular tienen un futuro apasionante y esperanzador, pero el camino se hace paso a paso y debemos comenzar ya o una vez más el tren de las oportunidades pasara por delante nuestra como convidados de piedra.