Esta variante del turismo rural, supone una fuente de esperanza para el entorno agrario y para el medio ambiente. ¡Te contamos porqué!
La “nueva normalidad” aterriza a tiempo para dar la bienvenida al verano. Volvemos a los bares, a las terrazas, a las playas… Nadie quiere volver a encerrarse en casa ¡y menos ahora! que los rayos del sol nos abrazan devolviéndonos a la vida. Si algo ha quedado aún más claro, es que todo lo que altera a la naturaleza, acaba afectando de forma directa a nuestro día a día. En este sentido, el agroturismo va mucho más allá de unas vacaciones divertidas y diferentes. Nos lleva a conocer, en primera persona, la necesaria colaboración entre la tierra y el ser humano.
Esta situación nos ha enseñado también la importancia de la producción local para asegurar el abastecimiento en casos de crisis. Y es que como consumidores, tenemos mucho más poder de acción de lo que pensamos. Desde la compra de productos de proximidad o de KM 0, hasta el turismo ético o agroturismo, que contribuya a la repoblación y al bienestar económico y cultural de las zonas rurales.
¿En qué consiste el agroturismo?
Con frecuencia se habla de agroturismo y de turismo rural indistintamente. Ambos trascurren en un medio no urbano. Sin embargo, el primero requiere una mayor implicación del visitante, quien podrá participar en las tareas productivas del campo, normalmente en poblaciones de muy pocos habitantes.
No solo se trata de desconectar y disfrutar del relajante entorno agrario. Este tipo de ocio ayuda a poner en valor a los trabajadores rurales y a los productos resultantes de su labor. Sin ellos no habría alimento, pero tampoco paisaje, biodiversidad, ni turismo rural.
Desde dar de comer a las gallinas hasta crear tu propio huerto ecológico
Está claro que este tipo de ocio no es para urbanitas, pero por lo demás, ¡hay actividades para todos los gustos! Hacer queso, pan, participar en la vendimia, conocer el proceso de la producción del aceite o del vino, recolectar los productos de la huerta, o acudir a exposiciones para conocer las costumbres de antaño. ¿Quieres plantar tu propio huerto urbano? ¡Esta es tu oportunidad!
Si vas en familia, los más pequeños pueden dar de comer a las gallinas, o acompañar a las ovejas. Y si vas solo, ¡qué mejor manera de conocer gente que comparta contigo el amor por la naturaleza!
¡Sabemos en lo que estás pensando! y la respuesta en sí: las degustaciones son otras imprescindibles en el agroturismo y podrás probar todo aquello que recolectes 😋 . ¿Eres de esos a los que se les conquista por el estómago? entonces te recomendamos las rutas gastronómicas por restaurantes con productos locales o de KM 0. ¿Quién dice que un destino no se pueda conocer con el paladar?
Variantes del agroturismo
Ecoturismo o Agroecoturismo
Se trata del turismo solidario y respetuoso por excelencia. Solidario, porque contribuye a crear empleo entre la gente del rural que apuesta por un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Lo que a su vez beneficia a las generaciones del futuro. Respetuoso, porque ayuda al mantenimiento y protección del patrimonio cultural y paisajístico.
Este tipo de alojamientos suelen tener su propio huerto ecológico, y aprovechan la luz del sol y el agua de lluvia como fuentes de energía. En ellos observarás las técnicas propias de la agricultura ecológica, como la elaboración del compost con los restos de cosecha para nutrir el suelo, o el control biológico de plagas para preservar la biodiversidad de especies.
¡En LQA te invitamos a visitar nuestras fincas de agricultura ecológica! Aprenderás las buenas prácticas de la permacultura y descubrirás la flora y la fauna presentes en la huerta almeriense. ¡Tú mismo puedes comprobar el gran sabor de los pepinos y calabacines de cultivo orgánico! Para ello, contaremos con el arte gastronómico de José Álvarez, chef del restaurante La Costa (El Ejido) con una Estrella Michelín. Contacta con nosotros para informarte (las fechas de las visitas dependerán del calendario agrícola).
Y además…
Desde la primavera que viene tendrás la posibilidad de realizar rutas en bici para conocer los monumentos históricos de El Ejido. Visitaremos el Castillo de Guardias Viejas y la torre fortificada de Balerma, ambos del siglo XVIII; los restos arqueológicos de la ciudad romana de Murgi y la riqueza natural de la costa almeriense.
¿Te apuntas?
Enoturismo
En España contamos con atractivas rutas del vino y nada menos que con 96 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP). Por eso es un país ideal para conocer los diferentes tipos de uva y sus procesos, disfrutar de la acción en plena vendimia, visitar bodegas y enotecas y hasta participar en las distintas etapas de su elaboración.
Pincha aquí para conocer las principales rutas vinícolas.
Agroturismo vegano
Cada vez son más las personas que velan por el bienestar animal. La población vegana también podrá disfrutar del contacto directo con el campo y las costumbres del rural, en alojamientos que no tienen animales de granja para el consumo ni para el ocio humanos. Algunos de ellos cuentan además con servicio de restaurante con productos veganos. En otros, la decoración y el mobiliario están hechos de materiales libres de sufrimiento animal. Si te apetece aprender recetas saludables o enseñar a los más pequeños a cuidar la naturaleza, ¡esta opción es para ti!
Micoturismo
En estas rutas aprenderás a distinguir las setas comestibles de las setas tóxicas y conocerás las técnicas de recolección y su correcta conservación. También te mostrarán las buenas prácticas para no dañar el bosque y, los que se porten bien, ¡podrán degustar una rica menestra de setas! Eso sí, habrá que esperar a las lluvias de otoño para disfrutar de ellas.
España, el país con más Reservas de la Biosfera del mundo
Muchas actividades relacionadas con el agroturismo se desarrollan en espacios naturales protegidos. España cuenta con el mayor número de Reservas de la Biosfera del mundo, con un total de 52. Para que un ecosistema sea declarado como tal, la Unesco tiene en cuenta la protección de la diversidad biológica de la zona y la promoción de actividades educativas, de ecoturismo y de investigación. Otro factor determinante es el aprovechamiento sostenible de los recursos por parte de la población.
Casona asturiana, cortijo andaluz, pazo gallego, caserío vasco… infinidad de alojamientos te están esperando para descubrir las costumbres rurales de ayer y de hoy. Déjate conquistar por la magia de la naturaleza. Solo te advertimos de una cosa: cuanto más la conoces, ¡más necesitarás perderte entre ella!
